En nuestras casas nunca falta un rollo de papel de aluminio.
El papel de aluminio o papel de plata puede dar mucho
juego fuera de la cocina, especialmente cuando queremos pintar algún
objeto o estancia de la casa. Sigue leyendo para ver lo
útil que puede llegar a ser.
1.- Para mover
muebles pesados
Normalmente cuando tenemos que pintar una estancia siempre nos toca mover
algún mueble pesado (el sofá, la librería, una cómoda, una mesa…). Una
forma de hacerlo de forma fácil y protegiendo el suelo es colocando
unos trozos de papel de aluminio bajo las patas de los muebles. Es muy
importante que la cara mate sea la que esté en contacto con el suelo ya que
esta parte resbala más que la cara brillante del aluminio.
2.- Para proteger los pomos y manecillas de
las puertas
Imagen: Hogarutil.com
Si lo que queremos es
pintar una puerta y no queremos
desmontar el pomo o la manecilla, podemos
envolverlo con papel de
aluminio y recortar el sobrante con un cutter, evitando de esta forma
mancharlo cuando pintemos.
Ya sé que con cinta de carrocero también se puede envolver pero por
experiencia os digo que gastaremos más material y perderemos más tiempo en su
colocación y en su eliminación (la cinta de carrocero partiéndose en mil
pequeños pedazos y tú consumiéndote sólo de pensar que aún te queda media
docena de pomos más por delante…). Además si con la cinta de carrocero nos
dejamos sin proteger alguna parte del pomo, se cumplirá la
Ley de Murphy
del Pintor: lo que no tapes o cubras, por muy pequeño que sea, se manchará
de pintura.
3.- Para cubrir la cubeta
Imagen: Paperblog.com
Este truco es muy efectivo para cuando vamos a utilizar diferentes colores o
queremos alargar al vida de la cubeta. Únicamente hay que cubrir todo
el interior de la cubeta con papel de aluminio y verter la pintura,
cuando acabes de pintar sólo tienes que quitar el papel de aluminio y ya tienes
la cubeta como nueva para otro uso.
También resulta muy útil cuando quieras pintar y no tengas cubeta, podrás
utilizar cualquier recipiente alargado que previamente hayas forrado con papel
de aluminio (ideal para esos días festivos en los que te das cuenta en el
último momento de que no tienes cubeta ni posibilidad de comprarla porque está
todo cerrado).
4.- Para envolver el bote de pintura
Imagen: Comohacerpara.com
Cogemos el bote de pintura, lo volcamos sobre la cubeta y cuando lo volvemos
a poner en vertical ¡zas! Tenemos la gota chorreando por el lateral del
bote. Vamos corriendo a por un cartón, una revista, un papel… lo que
sea para ponerlo debajo y no manchar la superficie donde vamos a dejarlo. Al
rato volvemos a coger el bote porque necesitamos más pintura pero se ha
quedado pegado al cartón y, además, al tocar el bote nos manchamos con la
pintura que chorreó por la pared (esta es otra de las Leyes de Murphy del
Pintor: por mucho cuidado que tengas, si la pintura ha manchado el
exterior del bote siempre lo cogerás de forma que acabes manchándote). ¿A nadie
le ha pasado esto? Porque a mi sí, hasta que se me ocurrió envolver el
bote de pintura con papel de aluminio. Para ello es suficiente con que
el papel de aluminio llegue a la mitad del mismo, no lo pegaremos a las
paredes, sino que lo dejaremos un poco suelto para que si chorrea, la
pintura caiga entre el bote y el papel de aluminio.
5.- Para envolver las brochas
Envolver las brochas con papel de aluminio evitarán que se resequen
entre mano y mano o si debemos dejar de pintar unos. Este truco también nos
servirá para conservar las brochas después de pintar y una vez
hayamos eliminado los restos de pintura.
¿Qué te han parecido estos trucos? ¿Cuál te ha gustado más? ¿Habíais
utilizado alguna vez el papel de aluminio como he comentado
aquí? Espero que te hayan resultado útiles y los pongas en práctica, a mi me
han venido muy bien en mis pintorescas aventuras.